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lOS ESPACIOS CONFINADOS COMO FACTOR DE RIESGO

 

 

La existencia de espacios confinados en los centros de trabajo, y especialmente en el sector agrícola e industrial, supone un  factor de riesgo de gran relevancia, debido en muchos casos, a que son desconocidos o no percibidos por los trabajadores u organización, y a que en otros muchos, se ignoran los riesgos derivados de los trabajos que se realizan en ellos. Es por esto que debemos hacer una reseña a los mismos, con objeto de hacerlos más visibles y reconocibles para las organizaciones, y evitar así los accidentes que en mayor o menor medida se puedan producir por trabajos o actuaciones indebidas en su interior.

El Instituto Nacional de seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) define al espacio o recinto confinado como “cualquier espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables, o tener una atmósfera deficiente en oxígeno, y que no está concebido para una ocupación continuada por parte del trabajador”.

Analizando ésta definición, podemos destacar dos aspectos: primero, que un espacio confinado no tiene que ser obligatoriamente un espacio cerrado, como erróneamente se piensa en la mayoría de las ocasiones, sino que también se encuentra asociado a espacios abiertos (fosos, balsas, vertederos); y segundo, que los espacios confinados son foco de múltiples riesgos (atmósferas explosivas, atmósferas tóxicas, deficiencia de oxígeno, caídas, etc.) que en muchos casos dificultan el aseguramiento de los trabajos que se realizan en ellos. Debido a ello es importante tener en cuenta estos dos aspectos a la hora de actuar en un espacio confinado, ya que en muchas ocasiones no se aplican los protocolos o procedimientos de seguridad al no ser identificados como tales, como suele suceder con los espacios confinados abiertos, y en otros casos, son aplicados protocolos de actuación que no recogen todos los riesgos existentes en un espacio confinado determinado.

Atendiendo a su clasificación, y como hemos expuesto en renglones anteriores, los espacios confinados pueden ser de dos tipos:

Como se ha comentado, para actuar de forma correcta, es requisito indispensable el conocimiento y la posterior evaluación de los riesgos que puede generar nuestro espacio confinado en cuestión, por lo que a continuación haremos una mención pormenorizada de los mismos, que son: Intoxicación, Asfixia, Incendio y explosión, y otros riesgos asociados.

En relación al riesgo de Intoxicación, los espacios confinados son lugares que suelen estar destinados al almacenamiento de productos o maquinaria, siendo además zonas donde ocasionalmente se acumulan sustancias de forma accidental o por exigencias de producción, tales como desechos de equipos de trabajo, residuos derivados de labores de mantenimiento, fluidos originados por inclemencias del tiempo, etc. Esto puede producir la generación de una atmósfera tóxica en su interior, causada por la concentración de gases, vapores y/o partículas en suspensión, que puede derivarse en una intoxicación e incluso en la muerte del trabajador si las sustancias superan los valores límite de exposición. Asociadas a ésta atmósfera tóxica, también se pueden generar atmósferas irritantes y corrosivas que, según su concentración, pueden dañar al trabajador.

Es importante indicar que la atmósfera contaminante no tiene porque ser debida exclusivamente a las condiciones preexistentes en el espacio confinado antes de acceder al mismo, sino que ésta puede generarse durante la realización de trabajos en su interior (soldadura, corte, etc.), por ello es imprescindible el control de la concentración de los contaminantes previo a la entrada al espacio y durante la ejecución de los trabajos. A pesar de ello, de todos los contaminantes que pueden estar presentes en el interior de un espacio confinado, tan sólo se conocen las concentraciones letales y dañinas para el ser humano de los siguientes compuestos: el dióxido de carbono (CO2), Sulfuro de Hidrógeno (SH2), Cloro (Cl2) y Amoníaco (NH3).

Respecto al riesgo de Asfixia, este se genera por una disminución de la concentración de oxígeno del aire existente en el interior del espacio confinado, produciendo el ahogo del trabajador conforme disminuye esta concentración, que tiene un porcentaje aproximado del 21%  en una atmósfera respirable. Esta reducción en la concentración puede ser producida por consumo del oxígeno existente o por su desplazamiento provocado por la existencia de otros gases. El consumo de oxígeno puede deberse a distintas causas como: fermentación de materia orgánica, labores de soldadura, reacciones de oxidación, etc., mientras que el desplazamiento del oxígeno del aire puede tener su origen en la generación de CO2 durante la fermentación aeróbica de materia orgánica, desprendimiento de metano durante la fermentación anaeróbica de materia orgánica, aporte de gases inertes durante labores de limpieza de depósitos, etc.

En cuanto al riesgo de Incendio y explosión, se debe a la formación de atmósferas inflamables y/o explosivas. Estas se generan por la emanación de gases o vapores producidos a causa de la existencia de sustancias inflamables (disolventes), reacciones químicas, etc.; o por la existencia de polvo combustible en el ambiente interior, generado por el movimiento de las sustancias almacenadas (grano, pienso, etc.).

El RD 681/2003, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de trabajo, define la atmósfera explosiva como “la mezcla con el aire, en condiciones atmosféricas, de sustancias inflamables en forma de gases, vapores, nieblas o polvos, en las que, tras una ignición, la combustión se propaga a la totalidad de la mezcla no quemada”. Es por ello, que para que se pueda producir una atmósfera explosiva, deben darse tres condiciones en un mismo instante:


Por último, existen riesgos, que aun no dependiendo de peligrosidad de la atmósfera interna del espacio confinado, se pueden derivar de las características propias de estos lugares y del tipo de trabajo que se realice en su interior.  Estos son variados, pudiendo encontrarse:


Como hemos visto, los espacios confinados son lugares donde se ha de extremar la precaución antes de proceder a ejecutar un trabajo en su interior, debiendo realizarse una evaluación previa de los riesgos que se pueden producir y actuar según un protocolo o procedimiento establecido, que elimine o minimice la materialización de éstos riesgos.